viernes, 7 de marzo de 2008

El finiquito en especies

Llegado el último día, quería darse un pequeño homenaje. Pensó en ir a su restaurante favorito, comer algo con foie y comprarse unos zapatos rojos. Se le antojaba algo rojo. Finalmente, decidió tirarse a un alumno.
Cuando era alumna, siempre quiso estar con un profesor, o con varios, pero tirarse a un alumno nunca entró en sus planes. Los niños de 18 años nunca se le antojaron como machos ibéricos en puro estado; siempre los vio como a un conjunto de hormonas disparadas, ambulantes. Sin embargo, esa mañana despertó con ganas de algo rojo. Una fresa, una rosa, sus labios.. Le encantaba su mirada semi-inocente y su cuerpo semi-desarrollado. Por qué no hacerlo? Los dos eran mayores de edad, los dos se deseaban, los dos tenían ganas de algo muy rojo...

- Esta tarde quiero verle en mi despacho.
- Por qué?
- Porque quiero.
S

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y entonces? joder joder joder joder yo quiero ser alumnoooooooo!!!!!!!!

Anónimo dijo...

chiquitinaaaaa ayer sali por el ambiente y una tal Carol me pregunto por ti. La tienes coladita coladita. A ver cuando te pasas a ver a tus amiguitas bollos, jjejejeje!
oye este texto esta basado en la realidad? Muaka!
Paulita

Anónimo dijo...

esto te sucedio a ti? que fuerte, que fuerteeeeeeeee!!!!!!!!