Tu me enseñaste a volar

“Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias. Pero eso sí, y en esto soy irreductible, no les perdono bajo ningún pretexto que no sepan volar, si no saben volar pierden el tiempo conmigo”.

[El lado oscuro del corazón]


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Face it

El destino suele estar a la vuelta de la esquina; como un chorizo, una furcia o un vendedor de lotería (en sus tres encarnaciones más socorridas). Pero no hace visitas a domicilio. Hay que ir a por él.


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No sin él

Mantengo una relación muy estrecha con mi cepillo de dientes. Llevo ya 4 años con él. Y que podríamos decir de estos maravillosos 4 años..
Evidentemente, lo he usado a diario unas dos o tres veces. Bueno, en realidad no, ha habido días en los que no le he hecho ni puto caso al pobre, hasta he llegado a meterle los cuernos con otros cepillos, pero siempre he vuelto a él, me tiene más que satisfecha! Ya lo digo yo.. donde haya un madurito...
Dicho sea de paso, tengo una grave obsesión con el tema de los dientes blancos; he dejado de besar a hombres y mujeres por culpa de sus asquerosos dientes, sean amarillos o en el peor de los casos, negros como el carbón.
Volviendo a mi queridísimo cepillo, si no recuerdo mal, lo compré en el caprabo, y por si lo dudabais, es marca caprabo.


Bueno, solo quería dejar constancia de que hoy lo he bautizado, se llama Francisco y es Mio.


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L'abric de pell

Avui la meva mare s’ha comprat un abric de pell. Evidentment, bueno, bonito i barato. Acte seguit, m’ha fet saber que l’abric en qüestió és de pell “artificial, però bona”, importada de... emm, no recordo d’on, he desconnectat els 4 minuts que ha durat l’explicació sobre el tipus de pell. M’ha quedat clar que a casa no som assassins d’animals. En un acte de generositat, m’ha comprat a mi també uns guants de la mateixa pell, repeteixo, “artificial, però bona”. Per celebrar-ho, jo encara amb els guants posats i ella amb l’abric que la fa tan prima i estilitzada (aprecio massa la meva vida com per negar-ho) ens hem menjat uns ous ferrats amb beicon, un entrecot, un salmó, conill, cargols i ànec. Tot barrejat i passat pel “turmix”. Ara no recordo si el porc, els ous, el salmó, el conill, els cargols i l’ànec eren artificials, però de bons ho eren un rato, serà que he desconnectat mentre m’ho explicava...

El que volia dir és que menjar amb guants de pell “artificial, però bona” no és gens fàcil. En donc fe.


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