lunes, 21 de abril de 2008

Cuando (la) Rosa se llamaba Mary

La Mary era una más de la familia. Cuando mi hermano y yo éramos pequeños, venía todas las mañanas, nos preparaba el desayuno, nos acompañaba al colegio y hacía las tareas de la casa. Si hay alguien en el mundo que puede certificar que siempre me ha faltado un tornillo, esa es la Mary; conoce mi mimaneradevivirlosmomentos desde que nací. Cuando la Mary llegó a la familia era una jovencita flaca, enclenque y acabada de salir de un centro de desintoxicación. Mi madre la “contrató” porque le daba tristeza que una mujer tan joven y enérgica (palabras textuales) no encontrara trabajo por ser exdrogadicta. Viva María Teresa de Calcuta en version hippie. A mi no me gustaba la Mary porque decía que mi perro mordía, y mi perro, por no morder, no mordía ni la comida (se lo teníamos que dar todo triturado como a los bebés). Así pues, durante mi infancia, la Mary fue una pedorreta, una sabandija asquerosa y el blanco perfecto de todas las putadas, qué paciencia tenía la Mary! Cuando mi hermano –catorce meses más pequeño que yo- y yo crecimos, dejó de venir todas las mañanas para venir solo los lunes, lo miércoles y los viernes, hurra! También dejó de prepararnos esos desayunos tan ricos, pero siguió mimándonos y haciéndonos un poco más inútiles cada día. Gracias a ella aun no sé hacerme la cama (pero lo intento, eh!).

Fue una mañana de Abril cuando descubrí que la Mary no era “mala”, ni puritana, ni frígida.. la Mary era buena, bueníííísima, y estaba de mi parte! Ese día me escapé del colegio con un amigo para hacer cosas no-aptas a esta hora del día.. llegamos a casa y… Sorpresa! La Mary acostada con el portero (conserje) en la cama de mis padres! No veas que susto me di. Primero pensé habían entrado ladrones, luego pensé que era mi madre teñida de rubio (miedo!) y cuando por fin reconocí a la Mary, me alegré tanto de que no fuera mi madre que corrí a abrazarla –de mientras el portero al lado tapándose sus partes con las manos-.
Ese fue el inicio de “las mañanas con Mary”, una época muy bohemme de mi vida, difícil de olvidar. También descubrí que la Mary era un as en el conreo de la Marihuana; ella y el porterísimo tenían un pequeño huertecito en el terrado del edificio. Además, la Mary era capaz de hacer todo tipo de formas geométricas con el humo del porrito.. vaya, qué la Mary era mi ídolo!

Pasaron algunos meses y empezaron a desaparecer cosas en casa. Primero unas joyas de mi madre, luego dinero, ropa,.. hasta que un día una vecina vio salir a la Mary corriendo del piso con un televisor –que desesperada debía estar-. Fue entonces cuando se descubrió que la Mary en realidad se llamaba Rosa y que la policía llevaba meses buscándola por tráfico de droga y robo con intimidación (toma ya!).
Desde ese día, no la he vuelto a ver.

[La historia del conserje nunca se descubrió. La planta de Marihuana murió. Y yo sigo extrañando esos desayunos taaan ricos].
S